Pocas veces le dedicamos un rato de observación a la Luna. Solemos esperar a que se encuentre en fase de Luna Nueva para poder así salir al campo con los telescopios, ya que la ausencia de su luz nos permite disfrutar de objetos de cielo profundo como galaxias y nebulosas.
Pero anoche ahí estaba, muy iluminada, al 88%, camino de Luna Llena , y casi nos pedía que le dedicáramos un ratito, así que sacamos los bártulos astronómicos a la terraza para atender su petición.
Cuando la Luna está iluminada en su mayor parte, al observarla a través de un telescopio, al amplificar tanto su luz, prácticamente sólo te puedes centrar en observar la zona que separa la sombra de la luz, lo que se conoce como el terminador, y eso a ser posible, con filtro lunar.
Y paseando el ocular por la superficie de la Luna, pudimos advertir un cráter en el que estaba “amaneciendo”. La luz que incidía sobre él de forma rasante, y la elevada altura de las montañas que conforman su periferia, nos ofrecía un doble espectáculo: la parte iluminada arrojaba la sombra sobre el interior, y la parte en sombra iba ganando luminosidad.
Mirando las cartas de la Luna y diferentes programas específicos como Virtual Moon Atlas, o webs detalladas como la de la LRO , identificamos que se trataba del cráter Schickard.
Cráter Schickard entrando la luz (imágenes con teléfono móvil sobre el ocular)
Y tras casi una hora de observación, pudimos advertir, al avanzar el terminador, cómo se iluminaba toda la geografía del cráter.
Todo un espectáculo que estuvimos disfrutando en visual, y con la comodidad de poder hacerlo desde casa.
Con el teléfono móvil hicimos unas capturas rápidas para recordarlo.
Equipo utilizado:
Telescopio Meade Lightbridge LB12
Seguimiento motorizado Alcor Eq Platform
Ocular Astro Professional UWA 7mm (217 aumentos)
- Imágenes capturadas con smartphone Wiko Rainbow 8 MB sobre ocular (recortes)