No es normal ver estrellas con luz de día, excepto el Sol, claro. Pero sí que se ven. Si son brillantes, como Arturo, o Sirio, pueden verse con el fondo del cielo azul. Al menos, eso se lee en los libros de astronomía. Y sabiendo dónde localizarlas, por supuesto, porque conseguir verlas es todo un reto.
Hace unos días se nos presentó la ocasión, ya que la Luna pasaba muy cerca de la estrella Aldebarán, de la constelación de Tauro, por la tarde, con el Sol sobre el horizonte. No es una de las estrellas más brillantes, pero esperábamos que pudiera localizarse y distinguirse, por su proximidad a nuestro satélite.
Y así fue. A través del telescopio se podía divisar un pequeñísimo puntito luminoso y blanco (sin el color anaranjado que nos muestra Aldebarán en noches claras).
Luna y Aldebarán (inferior izquierda)... y un pajarito también
Aldebarán junto a la Luna
La observación del cielo a plena luz del día a pesar de su dificultad nos puede dar gratas e inolvidables sorpresas.