Se trata de un resplandor en forma triangular a modo de flecha o lanza que se puede observar tras la puesta de Sol o al amanecer, en la dirección de la eclíptica, que es la franja por donde discurren los planetas.
El referido fenómeno se debe a la dispersión de la luz solar en las partículas que dejan los cometas y asteroides que nos han ido visitando a lo largo de los tiempos.
El referido fenómeno se debe a la dispersión de la luz solar en las partículas que dejan los cometas y asteroides que nos han ido visitando a lo largo de los tiempos.
Este fin de semana pudimos apreciarla, aprovechando que nos habíamos alejado de las luces de la ciudad. Además, el hecho de estar Marte y Venus visibles al atardecer indicaban claramente su posición.
Luz zodiacal, desde Venus hasta las Pléyades
El procesado de la foto que capturamos, realizado por Nicolás Fontanillas, ha conseguido resaltar esta tenue y curiosa luminosidad, que se prolongaba hasta las Pléyades, y enmarcada ligeramente por el arco de la Vía Láctea.