Qué más da el sol que se pone o el sol que
[se levanta,
La luna que nace o la luna que muere.
Mucho tiempo, toda mi vida, esperé verte surgir
[entre las nieblas monótonas,
Luz inextinguible, prodigio rubio como la llama;
Ahora que te he visto sufro, porque igual
[que aquéllos
No has sido para mí menos brillante,
Menos efímero o menos inaccesible que el sol
[y la luna alternados.
Mas yo sé lo que digo si a ellos te comparo,
Porque aun siendo brillante, efímero, inaccesible,
Tu recuerdo, como el de ambos astros,
Basta para iluminar, tú ausente, toda esta niebla
[que me envuelve.
Imágenes Jesús & Pepa, OUAJP
Texto: Luis Cernuda, Los placeres prohibidos
Muy bonito , muy sentido y muy cierto. Abrazos nuestros.
ResponderEliminarGuillermo
Gracias Guillermo
ResponderEliminarun saludo
Jesús y Pepa