Y ya que estábamos en el campo con los equipos, decidimos afrontar un segundo desafío: desdoblar la componente B de Sirio, que se acerca ahora a su máxima elongación respecto de su principal. Un reto difícil difícil... y más o menos y con mucha dificultad pudimos llegar a diferenciarla entre las espigas de difracción del telescopio de 12 pulgadas. Sin duda nos tuvo bien entretenidos un buen rato!
Ya para acabar, estuvimos disfrutando de Júpiter con un cielo muy estable. Pudimos distinguir muchos detalles en sus bandas, incluida la gran mancha roja, que estaba empezando a aparecer ya casi cuando nos disponíamos a recoger.
Nos respetaron la humedad y el frío, y pasamos un estupendo rato entre amigos, con té y chocolate calentitos, acompañados de un magnífico bizcocho casero y unos exquisitos dulces de convento...
Cometa cazado, otro muesca más para vuestro revolver!! ;)
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